jueves, 14 de noviembre de 2013

Evocando a Alice Cooper, la banda más truculenta de la historia del rock.

 Evocando a Alice Cooper, la banda más truculenta de la historia del rock.

Intenten imaginar la concatenación de circunstancias. Resulta que seguramente el máximo experto mundial en la música de Alice Cooper es un barcelonés: Sergio Martos ha escrito un libro exhaustivo, Alice Cooper. Por un billón de dólares (66 RPM Ediciones). Atención: en sus 300 páginas, el libro llega hasta 1974, con la ruptura del grupo original; un segundo volumen se ocupará de la posterior carrera en solitario de Vincent Fournier, alías Alice Cooper. 
El guitarrista y teclista de la primera formación de Alice Cooper era Michael Bruce (Arizona,1948). Ocurre que una hija de Bruce, Mikaela, reside en Madrid y se encontró por sorpresa con el tomo de Martos. Esa casualidad aceleró los contactos: Bruce se ofreció a venir a tocar con la banda de Sergio, los Schizophrenic Spacers, enamorados del rock setentero que ocasionalmente recrean los espectáculos de...Alice Cooper
Aquí todo empieza a torcerse: se cierra el concierto-presentación del libro para hoy en el Moby Dick madrileño, en sesión de tarde. Lo que nadie podía imaginar entonces es, ay, que fuera a coincidir con el clásico Madrid-Barcelona. Cuesta explicárselo a Michael, un hombre plácido que -por ejemplo- se niega a decir nada malo de Vincent/Alice: “ya sé que hizo una jugada fea pero, mira, mientras siga tocando nuestro repertorio de éxitos, me llegan unos espléndidos cheques por derechos de autor”.
Sus singles, generalmente cantos de rebelión, fueron publicidad para un inédito concepto teatral del rock, con guillotinas, camisas de fuerza, serpientes y mucha provocación. Durante unos años, Alice/Vincent fue algo así como el Anticristo, antes de que se supiera que era un aficionado al golf que votaba a los republicanos. Cuando Johnny Rotten probó como posible miembro de los futuros Sex Pistols, lo hizo cantando el “I'm eighteen”, éxito de Alice Cooper en 1971.El dato no impresiona a Bruce, que confiesa que fue ajeno al punk rock: “Todo eso ya lo habían hecho los New York Dolls. Además, yo prefería escuchar a Steely Dan. 
Tampoco me impresionaron bandas que salieron luego, como The Tubes o Marilyn Manson, que desarrollaron nuestros conceptos escénicos”. De aquellos días intoxicantes, recuerda especialmente el encuentro con John Lennon: “los Beatles me cambiaron la vida; yo tocaba folk hasta que escuché “She loves you”. John y Yoko estaban en el backstage de un concierto, vestidos de blanco. Me acerqué a saludar y no me salían las palabras. Pero cuando me marché pensé que era un disparate que estuvieran sin un guardaespaldas; cualquier chiflado les podía haber atacado.”

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